¿Qué entendemos por visión global? Tener visión global es tener amplitud de perspectivas, saber ver las cosas desde diferentes vertientes, tener la mente abierta a varios enfoques.
En el entorno profesional, una persona que tiene visión global es aquella que sabe ver cómo funcionan otros ámbitos que no son el suyo, son aquellas personas que saben ver cómo afectan sus actuaciones en los demás. Saben que son interdependientes, que lo que hacen tiene repercusión en la globalidad de la organización.
La visión global toma sentido en el entorno de la escuela en la medida que cada vez más hablamos de globalización de los aprendizajes o de educación compartida o de educación 360º.
Difícilmente podemos desarrollar un proyecto educativo que contemple esta globalidad sin justamente una visión global de sus maestros principalmente, pero también de toda la gente que trabaja y que de una forma u otra interactúa.
¿Y por qué es importante que las personas que trabajen en la escuela tengan visión global? Porque la visión global aporta eficiencia a la organización. Las personas que tienen visión global, saben ver oportunidades de mejora y optimizar procesos, saben cómo pueden facilitar el trabajo a los demás, saben anticiparse porque no están cerrados en su ámbito de trabajo y eso es eficiencia.
No tiene sentido separar lo que es lectivo del que no lo es cuando lo coherente es hablar de pedagogía y no de horario, al final los niños y las niñas son los mismos en el horario lectivo y que en el no lectivo.
Y si nos centramos en el ámbito curricular, pasa lo mismo, los niños y niñas que ahora están en primero de Primaria el próximo año estarán en segundo y después en tercero y dentro de unos años en ESO, por lo que tampoco tiene sentido hablar de los objetivos pedagógicos en Ciclo superior sin saber que pasa a Ciclo medio o Ciclo inicial o como se trabajan las lenguas o las ciencias. Estamos obligados a trabajar en horizontal y en vertical, estamos obligados a tener visión global.
En otro nivel, cuántas veces escuchamos decir, "Esto es del Ampa", o "esto es de cocina", "o de deportes", "o esto son los de ESO". Si tenemos esta visión de la escuela, entonces habrá tantos modelos educativos como estamentos tiene la organización.
Cuando hablamos de visión global, no estamos hablando de saberlo todo, ni de saberse de memoria el organigrama. Estamos hablando de ser conscientes de los objetivos y funciones de la escuela para fomentar un sentimiento de pertenencia, de conexión y un objetivo común. La actuación de cada uno será siempre mejor si todo el mundo tiene una motivación.
La comunicación es muy importante para conseguir la visión global de nuestra gente; la comunicación es un primer estadio y más allá del correo electrónico y de la Newsletter, hay que emplear sistemas de comunicación más personales que motiven y que nos hagan sentir a todos partícipes de este proyecto común.
Cada persona es diferente, pasa lo mismo con los alumnos. Si hacemos planes individualizados, adaptaciones curriculares, tutorías, apoyos, si atendemos a la diversidad de nuestro alumnado, cuando hablamos del equipo, hablamos de gestión de personas y éstas deben ser tratadas y conducidas individualmente también. Esta concepción, choca con el sentido corporativista del sector educativo donde el marco legal laboral tiene mucho peso.
En este sentido, todo lo que nos acerca a una gestión de personas más allá de lo estrictamente laboral administrativamente hablando contribuirá a desarrollar esta visión global.
Es difícil pensar que en organizaciones donde el talento es esencial no se apliquen herramientas para gestionarlo. ¿Por qué, cómo se hace la selección de los maestros en vuestras escuelas ?, ¿Sabéis si realmente la persona seleccionada tiene las competencias adecuadas ?, ¿Sabéis cuáles son las competencias que necesita el proyecto educativo?.
Podemos tener liderazgos potentes, liderazgos que hagan mover las personas hacia los objetivos, que las motiven, pero si estos liderazgos no tienen herramientas para guiar a su equipo, su actuación no acaba calando a la cultura de la organización y todo lo que construye un buen liderazgo se desvanece en una organización poco innovadora. Me atrevería a decir que sin estas herramientas es difícil también tener identificados los liderazgos futuros.
Es importante cambiar la forma de hacer las cosas y que las escuelas introduzcan sistemas de gestión de personas similares a los que utilizan organizaciones más innovadoras.
Cuando necesitamos un nuevo perfil deberíamos diseñarle su Plan individualizado, un plan que comienza en el proceso previo a la selección y continúa por la propia selección, por la incorporación y adaptación, el seguimiento, el desarrollo, la retención o fidelización y el reconocimiento.

Un aspecto importante en la gestión de personas es el de la transmisión de la cultura de la organización, los valores que nos identifican como tal. Estos no se transmiten a partir de un manual de acogida, estos necesitan signos y señales y en este Plan individualizado deben contemplarse acciones orientadas a la interiorización de estos valores.
En el marco de todo este camino habrá que pensar en ir incorporando innovaciones que faciliten la adaptación de cada persona del equipo a las necesidades del entorno en todo momento, aportando agilidad a la organización para adaptarse al cambio constante. Teniendo siempre presente que cada persona es diferente.
Si bien el desarrollo de una gestión de personas recae en las direcciones de los centros, las titularidades y propiedades deben asumir esta misión y sus miembros deben verlo desde la óptica directiva y gestora de la escuela cualquiera sea la forma jurídica.